Algunos cuencos tibetanos están hechos a mano en Nepal y llevan inscripciones que decoran su superficie. El cuenco se recubre con una laca transparente para sellar la inscripción y evitar que se desluzca.
Los cuencos se fabrican en tres tamaños diferentes, disponibles en 10 variaciones tonales distintas y en 6 metales diferentes (cuatro puros y dos de aleación), además de tres variedades de madera. Los colores van desde el oro vivo y el cobre hasta el bronce oscuro y el cobreado.
Otros hermosos cuencos tibetanos se fabrican con el cobre más puro y se pulen a mano con esmero antes de engarzarlos con una piedra a elección. Cada cuenco tiene un color, un patrón y un tono únicos, lo que significa que no hay dos cuencos exactamente iguales.
Estos cuencos cantores se han utilizado durante siglos como herramientas para concentrarse y mejorar el estado de meditación, o como ayuda para la relajación, la curación y el alivio del estrés.
El hermoso diseño y la calidad artesanal los hacen perfectos para la práctica de yoga o simplemente para la relajación. Además, con su compra estás ayudando al pueblo donde se crean estos suaves y espirituales sonidos.