Cuencos tibetanos para niños
Utilizados durante siglos para mejorar la meditación, el yoga, la curación terapéutica y las sesiones de masaje, los cuencos tibetanos son un regalo ideal para los niños. Su sonido sencillo y natural y con unos ricos matices enriquecerá la experiencia musical de los más pequeños.
Los cuencos tibetanos para niños pueden estar hechos en madera torneada a mano y madera pintada, en acero inoxidable, que es de uso duradero, o incluso peltre. También los hay pulidos y tallados con los mejores materiales metálicos en un taller de Nepal. A diferencia de una campana normal, estos cuencos tienen un borde y un fondo plano. Cuando se tocan con el percutor de madera pueden producir un sonido encantador que resuena en las paredes de la casa y produce un tono maravilloso.
También es posible encontrar otros cuencos tibetanos para niños hechos de bambú y pintados con diseños de loto. Son suaves, tienen un tono rico y se han utilizado en China como instrumentos musicales desde la dinastía Shang (siglo XVIII a.C.). Se tocan golpeando el borde con un palo o mazo de madera.
Estos cuencos tibetanos hechos a mano son divertidas herramientas de aprendizaje para los niños. Utilízalos para enseñar a los niños la fascinante ciencia de los cuencos cantores artesanales y cómo producen sus mágicos sonidos.
BENEFICIOS DE LOS CUENCOS TIBETANOS PARA LOS NIÑOS
Este maravilloso juguete musical es ideal para que tu hijo juegue y experimente. Escuchar el cuenco cantor mejorará su concentración, además de sosegarle antes de acostarse o en momentos de ansiedad.
Los cuencos tibetanos pueden resultar muy útiles en ejercicios de mindfulness para niños nerviosos.
El sonido de estos antiguos cuencos cantores abre los corazones, despeja la agitación y los dolores de cabeza, alivia el dolor de espalda, la artritis y las contusiones o incluso suaviza los dolores de estómago causados por la indigestión.
Estos cuencos cantores ayudarán a tus hijos a aprender a concentrarse y a calmar su mente mientras se rodean de energía positiva. Suelen venir con un soporte de madera, lo que hace que sean fáciles de exhibir en cualquier habitación de la casa.
Estos cuencos son divertidos y fáciles de tocar, y producen hermosos tonos con los que se puede jugar. Son una útil herramienta educativa diseñada para involucrar a los más pequeños en una aventura sonora. Es una forma estupenda de que los niños exploren el uso del sonido como actividad tranquilizadora.